miércoles, 18 de mayo de 2011

Destino cruel


Algunas personas están destinadas
a enamorarse el uno del otro,
pero no para estar juntos.

Qué gran verdad, pero que gran dolor.
¿Has amado alguna vez a alguien hasta
llegar a sentir que ya no existes?
¿Hasta el punto en el que ya
no te importa lo que pase?
¿Hasta el punto en el que estar con él
ya es suficiente, cuando te mira, y tu corazón
se detiene por un instante?

Seguro que más de una lo ha sentido.
Porque eso no se sabe, se siente.
Pero ¿y si después de todo eso
te das cuenta de que no estáis bien como pareja?
¿Buscas a otro?

No puedes, tu corazón no te lo permite.
Lo amas con toda tu alma aún sabiendo
que quizás nunca estéis juntos.
Ahí es cuando sientes ese pequeño dolor en el pecho,
ese pinchonazo y esa falta de respiración.
Y viene esa pregunta:
¿por qué siempre me enamoro
del hombre equivocado?

No sabría cómo contestar a eso
porque es una pregunta que me vengo haciendo
desde hace tantos años que he perdido la respuesta.

Alguien dijo una vez que en el momento
en que te paras a pensar si quieres a alguien,
ya has dejado de quererle para siempre.

A veces, tú misma te lo preguntas
para intentar auto convencerte de que no,
que no le quieres, que es sólo un capricho,
pero si fuera sólo eso,
¿por qué te preocupa tanto el convencerte a tí misma?
Si no le quisieras, ni te molestarías en pensar en él.

Tú has llenado mi vida, pero yo solo
he sido un capítulo en la tuya.

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