jueves, 30 de agosto de 2012

Tal vez...


Tal vez no lloro, pero me duele.
Tal vez no lo digo, pero lo siento.
Tal ve no lo demuestro, 
pero me importas.

domingo, 26 de agosto de 2012

martes, 21 de agosto de 2012

Perdida


En algún momento en el camino,
me perdí a mi misma.

Era como una niña emocionada con todo,
ahora ninguna emoción sale de mi.

Extraño eso, los momentos de sonrisa continua,
los ojos siempre alegres y con vida.
¿Cuándo cambió todo eso?

Sólo busco respuestas, 
un lugar nuevo donde pueda volver a ser yo,
donde pueda encontrarme de nuevo conmigo misma,
con esa pequeña niña siempre sonriente, 
siempre alegre y con tantos motivos para vivir.

¿Dónde quedaron esos motivos?
Esas ganas de vivir y disfrutar de todo.
Necesito irme,
encontrarme a mi misma y traerme de vuelta.


sábado, 11 de agosto de 2012

Ojos tristes


Oujo no kanashii hitomi
Princesa de ojos tristes...

Hoy hablando por teléfono con mi madre,
sin mirarme me dice:
"Vuelves a tener los ojos tristes"
Sólo con oírme ya lo sabía...

Ojala pudiera contarte,
ojala pudiera decirte que es verdad,
y tú me mintieras diciendo que hice lo correcto,
me mintieras diciendo que se me pasará pronto.

Ojala pudiera contarte...
para que vengas a abrazarme y consolarme,
para que me digas cosas que quiero oír,
aún sabiendo que son mentiras.

Ahora sólo puedo sonreir,
pero los ojos no mienten y me delatan,
delatan la tristeza...

Oujo no kanashii hitomi

domingo, 5 de agosto de 2012

Eclipse


Cuenta la leyenda que cuando el Sol y la Luna fueron creados,
se amaban con una pasión y profundidad ilimitada,
sin medida, intensamente.
Eran dos amantes libres, el ardiente fuego dorado de uno 
sobre la fría calidez plateada del otro...

Cuando el Gran Dios decidió que habían de separarse,
el Sol para iluminar el cielo de día,
la Luna para alumbrarlo suavemente de noche, 
sus corazones, sus almas, parecieron partirse en dos.
Estaban condenados a permanecer separados por siempre,
tratando de alcanzarse y nunca lográndolo,
en una danza infinita, dolorosa.

El Sol trató de ser fuerte, de fingir estar bien,
y lo consiguió, destellando fuerte, en el firmamento.
La Luna, sin embargo, no podía soportar la tristeza 
de estar sin su amado,
y melancólicamente brillaba en el cielo.

El Gran Dios, compadeciéndose de ella,
le obsequió con millones de estrellas,
pequeños pedazos de luz que trataban de acompañarla,
de consolarla...
Pero la Luna añoraba el fulgor ardiente del Sol, su piel cálida y dorada,
y la fría palidez de las estrellas la afligía aún ,más.

Se sabía sola, 
condenada a permanecer eternamente buscando a su amor,
sin poder alcanzarlo jamás, 
apenas dislumbrándolo en la distancia.

El Gran Dios volvió a compadecerse de ellos,
y decidió concederles unos instantes de felicidad,
con los que habrían de sobrevivir siempre: los eclipses.

Entonces, cuando la Luna desaparece, escondida,
cuando el Sol se cubre de su nívea piel, 
pueden vivir de nuevo, libres, amados, felices,
por unos gloriosos momentos, hasta volver a separarse,
a romperse, dolorosamente, en dos de nuevo.

Esperando, anhelando el momento 
en que puedan volver a ser uno, juntos, libres, amados...

viernes, 3 de agosto de 2012

Luna


Sentada en una oscura terraza
con bellas vistas de Granada,
tantas cosas que ver 
y solo una llama mi atención.

Allí tan pequeña y sola,
tan brillante y rodeada de tanta oscuridad,
más siempre presente aunque no se te vea.

¿Por qué llamarte consejera 
si no ofreces consejo alguno?
Ojala tan solo pudieras decirme algo de verdad,
tan solo mostrarme en secreto el camino a seguir.

Mi única confidente en la noche,
la única testigo de mis llantos,
que iluminas en la noche las lágrimas derramadas,
que escuchas en silencio las penas no contadas.

Ojala tuvieras el poder de consolar, 
de curar los corazones malheridos,
si así fuera iría hasta ti,
conseguiría unas gotas de Luna,
y los dos beberíamos de ella hasta encontrar la paz...

Tú... 
Que hiciste que dejara de sentirme
tan pequeña y sola.
Tú...
Que iluminaste mi vida
rodeada de tanta oscuridad.
Tú...
Que me diste todo
y yo nada pude darte.