jueves, 17 de diciembre de 2015

No más enfados con tu pareja


Desde que leí “Las ventajas de ser invisible” una cita llamó mi atención: “Estoy muy interesado y fascinado en cómo todos se aman pero nadie se gusta realmente”. Pero cuando lo volví a leer hace un par de semanas, la frase se atascó en mi cabeza hasta el punto de llorar porque se aplicaba a mi vida, y lo entendía más que nunca.

He estado con mi novio desde principios de año y todo parecía estar súper bien, hasta apenas unos meses atrás. Ciertas cosas que él hacía me ponían furiosa. Admito que perdí algunos momentos que pudieron ser perfectos y sólo porque cosas particulares que él hacía me cambiaban el ánimo en segundos.

Él siempre ha sido un tanto despistado y entonces no lo notaba, pero aún cuando se lo decía, todo seguía igual. Pero me di cuenta de que no lo hacía porque quisiera molestarme, sino porque (y finalmente lo entendí) ¡ÉL ES ASÍ! Me estaba enamorando sólo de su parte buena, de la parte que me hacía reír, de la parte que me complacía, pero ¿qué con la otra parte de él? ¿La que realmente no me gustaba tanto pero que aun así forma parte de su vida?

Me sentí tan hipócrita por lo mucho que decía que amaba a mi novio cuando en realidad solo amaba la mitad de él, lo que decidí que quería amar, tener o conservar. Por lo que he decidido que si quiero amarlo, voy a amarlo por exactamente lo que es, no importa si a veces no concuerdo con la manera en la que actúa o piensa. Nunca me ha faltado al respeto en ninguna forma.

Traté varias veces de que me amara de la manera que yo quería que me amara, y puede que él nunca llegue a amarme de la especifica manera que yo imagino, pero eso no significa que no me ama, estoy más que segura que él me ama a su manera, así como yo lo amo a la mía.

Nadie nunca va a amarnos o a actuar de la manera que queremos, entonces ¿para qué enojarme si me hace esperar un poquito más del tiempo en el que acordamos vernos? Pero en realidad, ¿para qué enojarse en general? Enojarse no es lindo, te arruinas a ti mismo tu día y momentos que pudieron ser mágicos, mientras la otra persona puede que genuinamente no tenga idea de por qué te enojaste. Aunque si sientes que tu relación no funciona o que tu pareja indudablemente te quiere hacer enojar a propósito, no es nada sano, todos cometemos errores pero la mayoría del tiempo son sin la intención de hacerlo. Tú escoges con quien quieres estar, quién te complementa en todas las formas y si no te sientes cómodo… MÁRCHATE.

Yo escojo estar con mi novio porque nos hacemos felices, yo escojo aprender a amar todo lo que es, escojo amarlo sin importar que y escojo nunca enojarme con él, aunque si mis emociones me ganan alguna vez, estoy segura de que lo arreglaremos.


PD: esta entrada lo he cogido de:
http://www.upsocl.com/colaboracion/esta-es-la-razon-por-la-que-decidi-nunca-mas-enojarme-con-mi-novio/?utm_source=FBppal&utm_medium=Facebook&utm_campaign=fb
No es mío, pero me he sentido como si lo fuera, me pasa exactamente igual...

sábado, 11 de julio de 2015

Cuando te rompen el Corazón...

Se sintió como cuando te quedas en un lugar perdida sin poder escapar. 
Como si te arrancaran el corazón sin piedad y sin poder encontrarlo. 
Como si tus pensamientos se volviesen nulos y no supieras qué hacer o cómo moverte. 
Me sentí en una pesadilla en solo unos segundos, sintiendo cada vez más fuertes mis latidos. 
Así fue como me sentí cuando me rompieron el corazón.


Nunca creí que iba a pasar, pues tenía la esperanza de que el amor era increíble
 y que jamás me haría daño. 
Que podría sonreír, sentirme genial conmigo misma y disfrutar del romanticismo como nunca. 
Pero me equivoqué. 

Entregué demasiado, y sentir cómo se rompía cada parte de mi corazón 
provocó que mi forma de pensar cambiara. 
Que una coraza firme comenzaba a formarse para protegerme 
ante un corazón que quisiera unirse al mío. 

Me volví más fuerte, 
pero también, más fría, 
y creo que eso nunca cambiará.


Es como si me hubiese congelado. 
Como si hubiese nacido de nuevo. 
Como si el amor fuera algo que podría hacerme daño 
y cerrarme ante la posibilidad era la mejor arma que podía tener. 
Porque estaba rota y necesitaba evitar el dolor de alguna manera, 
y pensé que ser fría y protegerme sería la mejor forma.


Quizá sí, o probablemente no. 
Para cada persona es diferente, 
pero yo preferí poner un muro y un escudo que me cuidara ante cualquier cosa, 
pues debía velar por mí, 
porque debía sanar y recomponer todas las piezas rotas
 y sentirme entera nuevamente.


Y quizás, más adelante, 
pueda volver a derribar ese muro, 
pero siendo mucho más consciente y preocupándome más por mí.
Sólo así podré enamorarme de alguien, 
y volver a creer nuevamente en el amor.
Pero necesito curarme primero.




Fuente: http://www.upsocl.com/mujer/por-que-me-volvi-fria-despues-de-que-me-rompieron-el-corazon/?utm_source=FBppal&utm_medium=Facebook&utm_campaign=fb

viernes, 5 de junio de 2015

Esto es lo que aprendes cuando eres una mujer difícil de amar

Esto es lo que aprendes cuando eres una mujer difícil de amar



Que no todo el mundo está preparado para vivir la vida a tu lado
Empezar la aventura del romance siempre es sencillo pero mantenerlo a lo largo del tiempo es lo complejo.Te das vueltas en círculos, a veces feliz y extasiada, a veces aterrorizada. Una y otra vez te has hecho las mismas preguntas, te has cuestionado lo mismo, has dejado que el amor te invada, que el miedo de inunde, que las dudas no dejen de hacerte preguntas molestas.


La gente se te acerca con rapidez pero pronto deciden que estar cerca de ti es demasiado, que la energía que irradias pronto se transformará en un fuego que los consumirá. Que tu amor no es sencillo, que tu personalidad requiere mucho, que no están preparados para vivir el amor como el amor debe vivirse, que prefieren seguir escapando a esa realidad descolorida y aburrida que día a día los consume un poco más.


Esto te costó entenderlo y por muchos años tan sólo asumiste que eras tú la del defecto. Las cosas han cambiado, no sin lágrimas y sufrimiento de por medio, pero te has hecho más grande, más fuerte, has llegado a la versión más verdadera de ti misma y no permitirás que nadie te lo quite. Estar contigo significa vivir una montaña rusa de emociones y muchas veces sentiste que tu capacidad de sentir demasiado demasiado pronto no era un don como tu madre siempre decía, que no era un regalo, que no era una cualidad importante.


Pero ahora ves todo con otra luz: amas más fuerte y más intensamente que nadie que hayas conocido y te sientes orgullosa de ello. Por que, verás, contigo las cosas nunca son a medias, nunca son grises, nunca son inciertas. Tú amas u odias y tus sentimientos siempre son tan claros como una explosión de colores en el cielo. No amas a medias, no haces las cosas sólo para cumplir: tú sientes y actúas con la verdad de lo que tu corazón siente.



Eres brillante, eres hermosa y es cierto que en muchas ocasiones estas personas han clamado que los volverás locos, pero ¿acaso no es eso mismo lo que todos buscamos en realidad? Un amor tan intenso que nos haga olvidar la monotonía del día a día y la simpleza de vivir días que se repiten cíclicamente.
Hubo ocasiones en las que intentaste calmarte, en las que intentaste ir más lento en el nombre del supuesto “amor” que se vivía de esa manera. Las cosas no fueron sencillas, porque tu fuerza es una fuerza incontrolable y te mueves cómo un huracán. Nada podrá detenerte. Eres un fenómeno de la naturaleza, impredecible y hermosa y si hay algo que has comprendido, es que no puedes dejar que nada ni nadie extinga tu fuego interior.


Lo que has aprendido siendo una mujer difícil de amar es claro y es algo que sabes que nunca olvidarás.Has aprendido que el amor que te mereces es uno igual de intenso que el tuyo y que aceptarás nada menos, incluso si eso significa que tendrás que quedarte sola por un tiempo. También has aprendido que el amor más importante de todos es el amor propio y que si te aceptas tal y cómo eres nunca más volverás a caer en la tentación de cambiar por alguien que no vale la pena. La última lección que aprendiste fue la más difícil de todas y algunos días aún tienes que mirarte al espejo para convencerte: pero tu locura a la hora de amar es lo que te hace tan bella, es la fuerza que alimenta tu vida, es lo que hace que seas tan tú y tan increíble.

Si hay algo que te repites todos los días cuando te levantas, es que no importa lo que suceda, porque todos los días los vives como si fueran el último y realmente, no hay milagro más hermoso en la vida que ese.


(Hoy otro artículo que no he escrito yo pero con el que me he sentido intensamente relacionada en cada palabra)


viernes, 29 de mayo de 2015

Nunca Tuve Una Mejor Amiga...

ASÍ SE SIENTE NUNCA HABER SIDO LA MEJOR AMIGA DE NADIE



 Simplemente, no todos estamos destinados a la amistad. 

Siempre he estado rodeada de amigos. No me faltan personas con quienes salir ni personas para hablar cuando estoy apenada, sin embargo, siempre he sido la opción y nunca la prioridad de nadie.
He estado rodeada de amigos, sin embargo, no de verdaderos amigos. 

Soy una persona complicada y especial, y es complejo tratar conmigo, lo sé, pero no me considero una mala amiga. Mi manera de ser me ha llevado a no poder desarrollar una verdadera relación de amistad, y eso llegó a dolerme, y mucho.

Por años sufrí por no considerarme una “persona normal”, y no encajar con el resto del mundo. Lloraba en silencio por siempre ir en contra de la corriente. Constantemente me preguntaba por qué no podía ser como todas las otras personas, pues a fin de cuentas, no había nadie que no tuviese un mejor amigo. Uno que resaltase de todos los demás, uno que supiese de toda su vida, uno con quien pudiese siempre contar. 

Sentía que tenía mucho por entregar, y que tenía que haber alguien ahí afuera que pudiese recibir todo eso que yo podía dar.

Y luché en contra de mi suerte. Puse todos mis esfuerzos en 
cambiar mi historia y ser esa persona importante para alguien, 
pero a pesar de todos mis intentos, no lo conseguí
Al parecer no había nadie en este mundo que pudiese lidiar con mi personalidad.
 La que, para mi, no era tan mala como parecía.

Y comencé a cambiar mi manera de pensar, porque supe que esa sería la única manera en la que podría ser feliz.

Y me di cuenta de que hay algunas personas que simplemente no están destinadas a tener un mejor amigo, o a ser el mejor amigo de alguien.

Me di cuenta de que en realidad no necesitaba ser parte de ese concepto, sino que la propia sociedad lo había impuesto en mi cabeza desde pequeña. Me di cuenta de que me fascinaba estar sola, claro que a veces me gustaba salir y conversar con más gente, y eso lo tenía.

 

Me di cuenta de que ser “especial” era mi mejor cualidad, 
y prefería mil veces ser distinta del resto y no tener un mejor amigo, que ser igual a todos y sí tenerlo, en contra de mi verdadera personalidad.

Aprendí a valorar mi independencia. A trabajar duro por lo que quería 
y a no descansar en otros, y eso me hizo ser muchísimo más fuerte. 

También me hizo aprender a valorar mi propia opinión, 
y simplemente guiarme por mis propios instintos, 
porque confío en mi misma
Así también, aprendí a no culpar a nadie más sino a mí por las cosas que no funcionan.


No ser el mejor amigo de nadie me enseñó también a 
valérmelas por mi misma, a creer en mis opiniones 
y a no guiarme por lo que dice el resto. 
Porque la falta de amistad, me ha hecho ser realmente confiada y segura de mi misma. 

También aprendí a valorar la soledad. Mientras que antes hacía de todo por tratar de estar rodeada de mucha gente, hoy tomo la soledad como un regalo, y entiendo la importancia de ella.
Simplemente, no todos servimos para ser mejores amigos. Y eso está bien. 
Simplemente, no todos estamos destinados a la amistad




PD: El texto no es mío, lo cogí de un artículo, pero si no lo supiera, juraría que lo he escrito yo misma, de hecho creo que ni yo misma habría escrito tan exactamente mis sentimientos.

jueves, 14 de mayo de 2015

Demonios del Pasado

Es increíble que después de tantos años 
los demonios del pasado sigan persiguiéndome...

¿Quién me iba a decir que volvería a 
dedicar otra entrada de mi blog a la misma persona?

Y de vuelta a empezar... 
Parece que cuando algo me va bien, 
aparece de nuevo para destrozarlo todo.

Esa relación inexistente que nunca deja de existir 
como si no pudieras vivir ni con esa persona ni sin ella.

He de decir que me recuerda bastante a la relación de Mr. Big y Carrie en la serie Sexo en Nueva York.Esa que empieza desde el mismo capítulo 1 hasta las últimas películas. Que ahora si, ahora no, ahora desapareces y vuelves a aparecer, siempre complicándolo todo y desordenando la vida, poniéndolo todo patas arriba... Ese tan famoso “no puedo vivir sin ti pero tampoco contigo".


La diferencia en mi caso es que se a ciencia exacta que nunca acabaremos juntos, por mi bien y mi cordura, aunque por desgracia parece que será alguien que nunca podré sacar de mi vida, de alguna u otra manera siempre volvemos a encontrarnos.

Cuando parece que mi vida se ha encarrilado y que por fin he conseguido olvidarme de esa persona,  resulta que vuelve a mi vida como si nada. Ni siquiera conseguí nada en mi huida a Inglaterra por culpa de la última vez que estuve con él. Solo aprendí que no puedes huir de tu pasado por muy lejos que te vayas puesto que siempre va unido a ti vayas donde vayas.

En fin, ayer con su primera llamada volvió a trastocar mi vida. Ahora tengo una relación seria, estoy estudiando unas oposiciones y en general me va bastante bien, con lo cual ahí esta él para destrozar mi ferviente felicidad y mi equilibrada vida que solo consigo cuando él no está en ella.
Supongo que también tengo algo de masoquista cuando le cojo esa llamada y acepto el volver a vernos porque resulta que ahora solo quiere ser mi amigo, y yo me pregunto,

 ¿de verdad podemos ser amigos de alguien que ha devastado tanto nuestra vida?