sábado, 16 de abril de 2011

Arriesgar o no arriesgar...


¿Por qué nos empeñamos en tener una relación?
Cuando la tenemos, queremos estar solteras,
cuando estamos solteras, queremos a alguien.
Ni siquiera nosotras sabemos lo que queremos.

Puede que hace tiempo renunciara al amor,
a las relaciones supuestamente serias,
esas que te prometen la luna,
y al final acaban cerrando las cortinas para que no la veas.

Yo soy alguien que siempre ha buscado el amor,
amor de verdad, ridículo, inconveniente,
arrollador, apasionado...
eso de no poder vivir sin la otra persona.

Pero me he convencido a mi misma
de que nunca lo encontraré,
de que no hay otra persona para mi,
de que todos los hombres son iguales,
y que las relaciones solo sirven para hacer daño.

Me doy cuenta de que me he rendido en el amor,
se me han acabado las esperanzas,
el interés que yo tenía en el amor,
se ha desvanecido como el humo de un cigarro.

¿y qué hago ahora?
¿me arriesgo otra vez a que me hagan sufrir?
¿a pasar las noches llorando pensando en él?
¿a que me vuelvan a partir el corazón?...
¿y si después de otra ruptura ya no me levanto?
no se si podré soportar más relaciones fallidas,
más mentiras, más lágrimas...

Sé que quien no arriesga no gana,
pero es que tampoco pierde.
Lo que hay que mirar más importante es:
¿es más lo que ganas que lo que puedes perder?
entonces, sí merece la pena,
sino, mejor pensarlo dos veces.

¿Arriesgar o no arriesgar?

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