He descubierto que soy una cínica en el amor. No creo en el amor.
De veras que lo espero con ansia pero a la vez cuando lo veo no lo creo.
Si me dices "te quiero", me río y creo que lo dices por decir, que no es verdad.
Cuando me dijiste el otro día cuando yo te pregunté "¿qué haces?" y tú me respondiste "pensar en ti", la primera respuesta que te di fue "¿estás ya colocado?".
Creo que eso me hace pensar que nunca lograré creer que alguien esté enamorado de mi, porque simplemente no creo que nadie se enamore, excepto que sea en un libro o una película.
No se si será mi experiencia pasada, o lo que he visto en relaciones cercanas que ha hecho que desaparezca todo ese deseo de "amor" que siempre he tenido. Siempre, desde pequeña, he creido que no había nada más poderoso que el amor, que era algo que se necesitaba como el respirar pero que te deja sin aliento, algo que supera todos los obstáculos.
Pero con el paso del tiempo se me abrían más los ojos hasta que todo desapareció y simplemente dejé de creer en el amor al igual que se deja de creer en los Reyes Magos.
No logro distinguir lo que es verdad y lo que no. Es como el cuento de Pedro y el lobo, al final me han engañado tantas veces diciendo que eso era amor y no lo era, que cuando llega ya no lo creo...
Veo parejas en la calle acurrucadas, besándose y con miraditas de "amor"; y lo único que yo pienso al verlo es "seguro que él o ella le engaña con otra persona", o "sólo es por su dinero, o sexo, o papeles...".
¿Qué me pasa? ¿por qué ya no puedo pensar solo en que son dos personas que se aman y que no hay nada más que una bonita relación?
Esto tiene que acabar, tengo que volver a ser la que era antes, quiero creer en el amor. ¿Por qué cuando crecemos dejamos de creer en todo aquello que nos sacaba una sonrisa? Quiero creer en las hadas, en la magia, en el país de Nunca Jamás, en el amor...
Cuando eres pequeña tu prototipo de hombre es el que sale en las películas de las princesas, un hombre perfecto con el que vivir una historia perfecta. Conforme vas creciendo, te das cuenta de que no todo es como en las películas, que una relación no nace siendo perfecta si no que se va moldeando teniendo baches, lagunas e incluso océanos y superando todo eso día a día y que el hombre perfecto no es rubio con ojos azules que baile contigo, el hombre perfecto es el que te hace levantarte todos los días con una sonrisa en la cara, que te pique en la mejilla con la barba de 3 días ,que en los momentos malos él esté ahí, que te enseñe a sonreir que llorar se nace sabiendo, porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible...y es que hay cosas que son inevitables..
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