Cómo me gustaría que el mundo volviera a ser cursi.
Que la humanidad recuperara el sentido romántico de la vida
y junto con él,
la tradición de los noviazgos largos,
las serenatas, las cartitas perfumadas,
los apretones de manos entre las rejas de los balcones.
Cómo me gustaría vivir en un mundo más discreto y decente,
donde el amor fuera una necesidad del alma
y no un simple capricho .
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