El miedo al sufrimiento nos hace más daño
que el propio sufrimiento del que tememos.
Hace unos años, aprendí a olvidar,
para no sufrir.
Fue uno de los peores sufrimientos,
mi pareja me dejó.
Creí que ya estaba acostumbrada a perder hombres,
pero me sorprendió mi propia reacción.
Fue un sufrimiento con gran dolor.
Estuve semanas, incluso meses llorando,
encerrada en mi habitación,
sin ver a nadie, sin ganas de comer, sin ganas de nada.
A oscuras metida en la cama y aislada de todo.
Después de muchas semanas,
me levanté y decidí actuar,
compré una caja y metí en ella todo lo que me recordara a él,
y no sólo a él,
sino a todos los hombres importantes de mi vida
que ya no estaban en ella.
Ya hablé una vez de esa caja:
Esa caja me enseñó a olvidar,
a no pasarme semanas y meses pensando en alguien
que probablemente ni siquiera piense en mi.
En no malgastar lágrimas en quien no las valora.
En que mi vida no se pare, sino que todo siga su curso.
Ahora, cuando un hombre se va,
no me paso semanas echándole de menos,
sólo 3 o 4 días, y a partir de ahí,
le "olvido" y continúo con mi vida,
así estoy preparada para lo que venga después,
si vuelve, le recibiré encantada,
si se va, habré comprendido que mi vida a de seguir,
incluso sin que él esté en ella.
No es que me olvide de esa persona por completo,
sino que traslado sus recuerdos y sentimientos
a esa pequeña caja que me los guarda.
Siempre estarán presentes cada vez que la abra,
pero ya no habrá sufrimiento, sino un bonito recuerdo,
y así mi vida podrá continuar con ellos, o sin ellos.
No hay que tener miedo a sufrir,
sólo hay que aprender a sufrir.
Yo soy más de pensar que hay que saber transformar el sufrimiento en un sentimiento bueno que te ayude a mejorar para la próxima vez y así evitar errar más veces. Me añado a tus seguidores. Espero que te gusten mis blogs :) http://escritorsentimientos.blogspot.com/
ResponderEliminarhttp://underwaterterror.blogspot.com/
Esa es una buena forma de pensarlo también. Me pasaré por tus blogs ^^
ResponderEliminarun besitoooo
Ojalá yo tuviera una caja de esas... esos recuerdos van todos a mi cabeza, me duelen y me destruyen, poco a poco, y nada se va, todo sigue ahí para recordarme que el fracaso domina mi vida y el amor huye de mi como de la muerte...
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