Ingenua de mi...
Casi consigues engañarme.
Como siempre, todo son mentiras.
Me hiciste creer por un momento que los cuentos de hadas existían,
que todo podía ser maravilloso,
que era una princesa.
Casi me hiciste romper mis creencias,
casi haces que me crea algo imposible para mi,
que podría enamorarme.
Casi...
Pero logré descubrir la verdad,
tus mentiras una tras otra...
Esta vez Blancanieves no mordió la manzana,
ni habrá quien se pinche con la rueca,
porque conseguí ver al lobo escondido.
Me llamabas princesa, pero te equivocas,
no soy la ingenua princesa que se deja engañar por la bruja.
Esta princesita sabe más que los villanos,
sabe que no debe confiar en nadie,
sabe que no existen los príncipes azules que vienen al rescate.
Conseguí salir del cuento, volví a la realidad,
donde las princesas son las que luchan por lo que quieren,
donde no se confía en la gente,
donde los sapos siguen siendo sapos por más besos que les des,
y donde los príncipes, son solo villanos disfrazados.
El único cuento que existe
son los que me has contado tú.