Y siempre vuelves,
entrando por aquella ventana que nunca logré cerrarte,
contando mil historias,
haciéndome soñar, haciéndome sentir.
Pero esta vez no habrá más historia para contar,
lo siento mi Peter Pan,
pero no habrá más besos por descubrir.
Porque esta vez
seré yo quien te lleve a Nerverland,
a un Nunca Jamás muy diferente al que creí estar...
Y se que no volveré a verte,
que no volveremos a volar,
ni a estar juntos nunca jamás.
Se acabó la magia,
poco a poco iré muriendo cual hada
en la que decidieron no creer.
Ni siquiera un par de palmadas
lograrían hacerme revivir,
hacer volver esa magia que nunca existió.
Ya el cuento terminó,
todos se fueron a dormir,
y esa ventana,
jamás se volverá a abrir.
